El mejor remedio para alegrar los días grises y fríos del invierno es llenar nuestro hogar o nuestra oficina de plantas con flores de colores. Una de las grandes aliadas para la temporada invernal es la amarilis, la planta por excelencia del mes de diciembre. Descubre todas sus características y consejos para su cultivo en este artículo y disfruta de su toque extra de luz y de color.

Características de la amarilis, la flor perfecta para los días de frío

La amarilis o amaryllis es una planta de bulbo muy típica de los meses de invierno. Es el nombre que utilizamos comúnmente para referirnos a las plantas del género Hippeastrum.

De hecho, estas plantas suelen comercializarse bajo ambas denominaciones durante los últimos meses del año. Las amarilis proceden de climas subtropicales y son ideales para inyectar una dosis de optimismo y alegría durante los días fríos, pues florecen en esta época. Sus largas hojas de un color verde intenso pueden llegar a medir hasta 60 cm.

Sus flores son de colores muy llamativos y brillantes y pueden alcanzar hasta 20 cm de ancho. La flor presenta un gran colorido: rojo, rosa, blanco, naranja, amarillo, verde, bicolor… además de otras variedades más vistosas con rayas y bordes de colores.

La primera floración suele producirse durante el mes de diciembre, por lo que es perfecta como regalo de Navidad. Con los cuidados adecuados, sus flores pueden llegar a durar mucho tiempo e incluso volver a florecer.

Amarilis interflora

¿Cómo plantar bulbos de amaryllis?

Aunque las amaryllis se pueden reproducir a partir de semillas, este proceso es muy lento. Por este motivo, suelen comercializarse directamente en bulbos dentro de macetas. Es la manera más fácil de cultivar estas plantas en casa, como la Flor de Pascua, pues solo necesitamos plantar el bulbo en una maceta algo más grande o directamente en la tierra. La mejor época para hacerlo es durante el invierno, entre los meses de diciembre y marzo.

A la hora de plantar nuestros bulbos de amaryllis, debemos procurar no enterrar del todo el bulbo. Para que nuestra planta pueda crecer y desarrollarse con normalidad, se recomienda que una tercera parte del bulbo quede a la vista. Si lo cubrimos del todo con tierra, seguramente se pudrirá antes de que sus hojas o flores puedan llegar a la superficie. Después de plantarla, recomendamos regar abundantemente una única vez y no volver a regar hasta que no aparezca el primer botón.

Cuidados y consejos para cultivar amarilis

Las amarilis son plantas de bulbo que no requieren grandes cuidados y pueden plantarse tanto en maceta. Aunque son originarias de climas cálidos, estas especies no tienen grandes problemas para adaptarse a climas más fríos y a ambientes menos soleados. Aunque sea poco exigente, sigue necesitando una buena luminosidad y su ubicación en nuestro hogar es clave para que pueda sobrevivir.

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Luz 

Las amarilis son plantas tropicales que necesitan mucha luz, pero siempre indirecta. Pueden estar ubicadas en el exterior, en el jardín o la terraza, pero a la sombra y siempre que la temperatura no sea extrema. Dentro de casa, lo ideal es situar la maceta junto a una ventana, para garantizar una buena iluminación indirecta. En el jardín, conviene no exponer esta planta directamente a los rayos del sol para evitar que se quemen sus hojas y sus flores.

Riego

Esta planta no es exigente respecto al riego, pero sí que recomendamos mantener húmedo el sustrato. Como ocurre con las variedades de bulbo, es importante que la tierra no se encharque para evitar que se pudra. Durante la floración invernal, basta con regar una vez por semana. Si lo prefieres, puedes dejar el agua en el plato para que la propia planta la vaya absorbiendo.

Temperatura

Como hemos comentado, la amarilis puede resistir el frío, pero su temperatura ideal es en torno a los 20 grados. Por este motivo, aconsejamos su cultivo en interiores durante el invierno. Eso sí, debemos procurar que la planta esté alejada de fuentes directas de calor, como los radiadores.

Abono y plagas

Recomendamos abonar la planta periódicamente para que sus hojas se mantengan verdes y vigorosas. En este caso, también conviene pulverizar insecticida de manera preventiva, pues esta planta suele ser una de las favoritas de los insectos y los hongos.

Mi amaryllis ha entrado en periodo de reposo, ¿y ahora qué?

Como ocurre con todas las especies bulbosas, tu amaryllis necesitará un tiempo de latencia para volver a crecer con fuerza la siguiente temporada.

Lo normal es que esta especie entre en reposo durante el mes de agosto. Cuando las hojas se marchiten, córtalas y sigue regando y abonando como de costumbre hasta que se sequen las hojas.

Una vez llegado el momento, suspende el riego y córtalas. Por último, puedes sacar el bulbo de la tierra y guardarlo en papel de periódico o conservarlo en la maceta, pero siempre en un lugar seco, fresco y oscuro

Para más información sobre plantas navideñas como la Helleborus, la Nandina Domestica, el Ruscus Aleatus o el Cactus de Navidad, no deje de leer nuestros artículos adicionales.

2 comentarios en “Amarilis, la flor del invierno”

  1. Hola. Estoy en Madrid. Los tengo fuera.Es imprescindible que se saquen de la maceta y en qué mes del año si es imprescindible o puede prosperar sin sacarlo de la maceta? ¿Se cortan en invierno las hojas o se dejan todo el año? Gracias

    1. Hola, gracias por su comentario. No es imprescindible sacarlas de la maceta cada año, solo si observa que están muy apretadas. En ese caso, el trasplante se recomienda a finales de primavera o principios de verano. Durante el invierno, no es necesario cortar las hojas; estas ayudan a la planta a acumular energía para la próxima floración. Solo córtelas cuando se pongan amarillas o mueran naturalmente. Reduzca el riego en invierno y mantenga las plantas en un lugar fresco y luminoso. ¡Espero que esta información le sea de ayuda!

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